Monday 22 February 2010

¿Una nueva era en el chavismo?

La reciente renuncia de Henri Falcón al PSUV, así como los rumores de futuras deserciones de miembros de la Asamblea Nacional al partido 'rojo, rojito' despiertan una interrogante: ¿está entrando el chavismo en un nuevo ciclo político?. No resulta típico de un gobierno con las pretensiones de control estatal, el abandono de figuras públicas, de relativo prestigio político dentro de sus filas. Lo cierto es que la manera en que se desarrolló el caso Falcón, es atípica de gobiernos autoritarios.
Usualmente, la salida de figuras del partido central del gobierno, son productos de riñas internas e incluso purgas. Fácilmente citables son las experiencias cubanas y soviéticas, para cada caso: en Cuba, una vez que la 'vida útil' de un personaje de la revolución de Castro expira, suelen ser abandonados y obligados a desaparecer de la escena política. En el caso soviético, las purgas estalinistas son el mejor ejemplo de cómo se manjeaba la conflictividad interna y las riñas. Basta mencionar a los generales aniquilados previo a la Segunda Guerra Mundial, a Trotskiy y a diversos funcionarios enviados al trabajo forzoso de Siberia.
Entonces, tal separación de Falcón del PSUV y una increíble tolerancia (por ahora) con respecto a su decisión -que si bien no implica un abandono completo del proceso, sí señala un desacuerdo con el manejo interno del partido de mayor peso en el país- lleva a pensar en qué es exactamente el chavismo.
No puede tratarse de un gobierno autoritario (insisto, por ahora) dada la suavidad con la que se desarrolló el caso Falcón-PSUV, porque en un verdadero autoritarismo, tal grado de disidencia no hubiera sido tolerada.
Ahora, y para no perder la coherencia con el título de este escrito, tal desprendimiento de una figura tan importante en la región centro-occidental del país, de su partido político, podría provocar un inconveniente de tamaño considerable en dicha zona geográfica para el chavismo, dada la cercanía de un proceso electoral. Y sumado a esto, la discusión de una ley que busca prohibir el cambio de partido de alguien atado a un cargo público (lo que de por sí refleja una clara heterogeneidad dentro del partido, que preocupa a Chávez de deserciones futuras) ha disparado una luz de bengala, que lee en el cielo 'ahora o nunca', para quienes consideren desligarse del PSUV.
Si bien ocurrió ya en el 2007, cuando PODEMOS se desprendió del bloque oficialista, no se trató de un abandono nominal sin partidista del proyecto gubernamental; es pues, harina de otro costal. Falcón se uniría al PPT, partido aliado del PSUV, solo que más tolerante a diferencias con los demás. Por ello, no es un abandono de un partido, ni del proceso, sino un cambio de aires.
Lo cierto es que dicha salida de Falcón, podría entusiasmar a quienes de igual manera se ven descontentos con lo que ocurre dentro del Partido Socialista. Sumado a una reacción relativamente tolerante, dichos futuros desertores deben verse confiados en que ya existe un antecedente positivo, si su decisión es abandonar a los rojos, rojitos. Una nueva página en la interminable novela titulada 'Quinta República' se escribe, con un nuevo protagonista, nuevos hechos y una dinámica fresca; que despierta al lector acostumbrado a esta pesada lectura.

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